Rakosi: El simbolismo, por supuesto, contrasta más
con el objetivismo que con el imagismo. A mí me parece que la cuestión
del simbolismo pasa por un estado de emoción poética y que
la intención es reproducirlo. Realmente no importaba mucho con qué
había uno comenzado –si una flor o la luna. El poeta estaba
concentrado en su propio sentimiento. Y el simbolismo es sin duda conveniente
para eso, aunque la mira es estrecha. Dembo: ¿Un estado emocional alejado del objeto en sí mismo? Rakosi: Simplemente el propio estado emocional del poeta. Un poeta que no se preocupaba realmente mucho por la luna, o por la flor, por la figura, por el carácter real de la flor... un objeto para él era simplemente una ocasión para proyectar su emoción. Carl Rakosi * `Un Objetivo (Optica) –El lente que atrae los rayos de un objeto
a un foco. Aquello a lo que se tiende. (Uso extensivo a la poesía).
–Deseo por lo que es objetivamente perfecto; en forma intrincada,
la dirección de los particulares históricos y contemporáneos.´ Zukofsky, Louis *
Carl Rakosi * OBJETIVISMO. Término utilizado para describir un modo de escritura, particularmente de la escritura en verso. Reconoce en el poema un objeto a ser considerado como tal. El Objetivismo entiende el poema con un ojo especialmente atento a su aspecto estructural: cómo ha sido construido. El término tuvo su origen en 1931 cuando un pequeño grupo de poetas, mediante su auto-denominación “Los Objetivistas”, comenzó a presentar su trabajo: George Oppen, Louis Zukofsky, Charles Reznikoff, Lorine Niedecker y William Carlos Williams. Publicaron varios libros en forma individual; en conjunto, An Objetivists Anthology en 1932. El movimiento nunca gozó de amplia aceptación y fue pronto abandonado. Surgió como derivación del imagismo, escuela que los Objetivistas consideraban insuficientemente específica, y se aplicó a cualquier tipo de imagen que se pudiera concebir. El Objetivismo se restringió a un tipo de imagen más particularizada en su foco y más extensa en su significado potencial. La mente --ya no el ojo por sí mismo—hizo su entrada en escena. William Carlos Williams * No hay mayor órgano que el ojo, pero el poema puede usar sólo una parte de él, luego de lo cual, cuanto más visual un poema, más desolado e irreal se vuelve, al punto que uno siente deseos de vomitar y exclama con cada uno de sus huesos: “¿No tiene el hombre también un oído y un corazón?” Carl Rakosi
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